domingo, 15 de febrero de 2009

Diario de una loca



"Si creyera que todo puede ser verdad, si tan solo creyera"


(2) Flores rosadas a la vista, casi es ya medio día. No tengo hambre, no tengo sed, no tengo pasión, no tengo nada. Solo se escucha a lo lejos un niño llorando y es propio de estos malditos edificios donde no existe un mínimo de privacidad. Estoy cansada y con un fuerte dolor de estómago, queríendo hacer algo pero sin alguna tarea para soñar un ratito. Sigo aquí encerrada como una vieja fofa, echada como un bagre sin vida. Viendo solo el fúnebre color del parké. Alcanzo a ver desde aquí que ya ni mi reloj funciona, hasta el se cansó de escuchar mis latidos. Sé que el mundo no me quiere, pero ¿Qué carajos? Yo tampoco lo quiero a él.


En fin, después de un desfile que no puder ver, pues solo alcancè, con mi diminuto tamaño a mirar globos de aliento y espaldas toscas y ahombradas. Pinche desfile. Aunque gané mi apuesta respecto a la candidata, al final terminé pagando más porque me pelee con un ladrón - como pirañita saliendo de Río Seco- Claro, terminé con mi brazo cortado, un puñete en el ojo y uno que otro moretón en el cuerpo; pero me di el gusto de acusarlo de violación para que le suceda lo mismo en la cárcel; por ser un puto maricon que solo le gusta vivir de la gente.


Sin nada, recordando mis historias, recordando mi vida con un rico brownie sin cacao, un helado sin suero, y una empanada sin relleno.


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