lunes, 23 de febrero de 2009

Numerogatorio

Y mil dias lo esperé. Ansiosa, soñando que llegaría con una rosa bajo el brazo. Y mil días lo dibujé entre lágrimas, entre trajes oscuros con una gran sonrisa. Y mil días, le pedí que me dijera que me quería, que me abrazara como si estuviera al borde de la muerte. Míl días, mil días, bajo un verde que no maduraba, bajo un mundo que no giraba, mil eternos días. Y fueron quinientos, quinientos en los que el sentimiento se ahoga como letra del abecedario, quinientos en los que noche a noche sonreia pensando que el pensaba aun en mi, quinientos .. y los quinientos se acabaron. Y fueron cien, ... Cien y ya no recordaba su rostro, cien ....y ya lloraba su olvido.

lunes, 16 de febrero de 2009

Pablo Roya


Me abrieron la puerta, la cual golpeé por casi 20 minutos, y estuve a punto de escupirla e irme rajándolos el resto del día.
Vengo de parte de la vecina dije, - vecina rechinchosa, que no puede venir a hacer sus mandados, y yo a mis 16 años tengo que zurrarme con sus paquetes-. Felizmente me retribuyó con 0.30 buenos céntimos, que al final me servirían siquiera para comprar un hamilton al señor carero de la esquina , claro está, regateando y ayudándole de paso a arreglar los viejos periódicos que les sobran del día (¡pobre!, casado con una vieja fondonga que le gusta andar mirando el trasero a chibolos como yo).
Eso me consolaba. Llegué y me hicieron pasar a un salón pequeñito, algo estrecho, con una puerta hecha de vidrio, y una manijita diminuta. ¡Brrr! Parecía un congelador.
Me sentaron en un sillón amarillo inmenso, hasta que salió una señorita, esas de las que tienen su nariz respringada y castañita, toda pituca alzando la tacita, mugrosa y miserable, con su dedito medio torcido.
A solo dos metros frente a mí, se sentó cruzando la pierna de pollo que parecía una cañita.
Me detuve viendo sus zapatos larguísimos y puntiagudos; solo atiné a recordar las chancletas viejas de mi madre, y dije: ¡Minchiclas!. Ella mientras tanto preguntaba quien yo era, a lo que respondí: "Pablo Roya señorita, vengo de ehhh parte de mi vecina, la señora Valentina".
Ella recibió el paquete y me invitó una tacita de café super amargo, que pasé en un trago y casi casi lo vomito. Sacó, mientras lo abría, un cigarro con una cosa enorme y larga, que parecía un lapicero negrito, y desde entonces, el lugar pareció chimenea de pollería. Cuando vió el encargo, sonrió, de pronto se paró y me preguntó la edad. Le respondí: 16 señorita. Ella se levantó el vestido que traía, y se puso un calzoncito diminuto, que había sido enviado en el mandado.
No pude evitar recordar a mi primera novia, no pude evitar recordar cuando quise acostarme con ella y no pude, no se paro la cosita, ¡maldita cosita! que hasta ahora, le tengo un rencor que jamás jamás podré perdonarla!
¡Valentina de miércoles!, exclamé, mientras la señorita se sacaba completamente el vestido, quedándose unicamente con los zapatos estraflarios, dando una última pitada.
Se veía flaca, fea y sin nada de donde agarrar, cayó su cabello reseco y lleno de mechones que parecía choza de allá de la selva donde mi apá vivía . Me tiró 50 soles y me dijo: Haz tu trabajo, aprovecha y lárgate.
No lo pensé demasiado, tomé los 50 solcitos que servían para la comida de la semana, quise hacer lo que me pidió pero, ¡ la cosita otra vez no se paró!, ¡Bendito San Tadeo!, cosita hermosa, con eso te olvido todo rencor pasado.

domingo, 15 de febrero de 2009


Y Nico soñaba



Nicolás escribió:

" Te amo, pero mi odio tiene más horas al día

Te amo, pero sé que ya se acabará con el sol el tiempo del sentimiento.

Y solo, como prueba de ello, puedes consultar con mis sábanas, porque mi almohada ya se canso de escucharme"



Nico soñaba que algún día todo regresaría, y sería el mismo niño con la misma felicidad que Dios le otorgó en su momento, y reiría con sus juegos, comiendo galletitas o chizitos en la tienda bien surtida que lo vio crecer. Y que un perrito algo babucho, marroncito que daba la patita, llegaría nuevamente a morderle las orejas.

Y Nico soñaba noche a noche que su angel llegaría para abrazarlo y apapacharlo como siempre, a acurrucarlo entre sus largos cuentos noctámbulos, que se asomaría por su ventana, que lo llamaría para que el abra la puerta. Cada noche, aunque nadie lo veía, se escondía entre canciones, intentando tocar una guitarra vieja que solo el escuchaba con buen sonido, y entre notas se olvidaba de su sueño, o quizás lo hacía perdurar en su cantar y al mismo tiempo en su silencio. Nico aprendió a vivir de sonrisas, de ilusiones, aunque su corazón estaba ya desde hace tiempo muerto. Aprendió a andar con el aire, aprendió a dormir con la luna, aunque en sueños, aun recodaba tanta alegría, y una lágrima se asomaba, solo visible por el brillo que la luna le daba.


Y Nicolás, con el tiempo dejó de soñar, se olvidó de sufrir, cerró su utopia. Y el angel que siempre llegó dejó de hacerlo, y el perrito babucho que lo perseguía dejó de encontrar sus orejas. Se refugió en el silencio, en letras, en pasiones o quizás solo aparentó hacerlo.

Diario de una loca


"Porque el valor de la amistad solo lo aprecias...Cuando ya no son amigos"


Hoy, casi bordeando las 05 de la tarde, de un domingo sin razon de ser, un domingo con cara de miércoles, llego un amigo que hace años no veía, una amigo con quien lleve una relación algo agitada, una relación intensa pero llena de huecos. Traia el rostro medio demacrado, con ampollas en los dedos y uno que otro grano en la cara. Jamás lo vi tan desgastado, tan cansado, tan si él. Se sentó y converso de muchas de sus historias vividas en todo este tiempo que no lo había visto - trataba de escucharlo, pero tengo una noción excesiva del aburrimiento rápido. El tomaba agua de vez en cuando, para mojar su lengua, que se notaba desde lejos que estaba muy seca. Agitaba unas manos muy bronceadas por el sol, de arriba a abajo, dándole el toque teatral a su narración. Yo, Rosalía, unicamente pensaba: a que hora darán la película en TNT?. Cada ciertos minutos prestaba atención a lo q contaba, solo para no parecer desatenta.


Mi amigo lloró al final de su historia, y yo solo atiné a tomarle de las manos (porque para colmo, ni sensible soy, aunque a veces pienso que en este sentido debo tener algún tipo de personalidad bipolar). Salió, encendió su carro -que sonaba como carcacha vieja, o como cuando abren una puerta sin aceite), fue directo al puente, y me llamo desde ahí. A mirar el atardecer. A mirar como el sol se despide de los humanos, como huye ante la presencia de la luna. Y ahí, recién ahí, sin palabras, sin miradas ni nada. Solo el y yo sentados en aquel puente; nuestras almas se comunicaron y lloré, lloré después de tanto porque sentí lo que el estaba sufriendo...


Eso, solo eso es amistad.

Diario de una loca



"Si creyera que todo puede ser verdad, si tan solo creyera"


(2) Flores rosadas a la vista, casi es ya medio día. No tengo hambre, no tengo sed, no tengo pasión, no tengo nada. Solo se escucha a lo lejos un niño llorando y es propio de estos malditos edificios donde no existe un mínimo de privacidad. Estoy cansada y con un fuerte dolor de estómago, queríendo hacer algo pero sin alguna tarea para soñar un ratito. Sigo aquí encerrada como una vieja fofa, echada como un bagre sin vida. Viendo solo el fúnebre color del parké. Alcanzo a ver desde aquí que ya ni mi reloj funciona, hasta el se cansó de escuchar mis latidos. Sé que el mundo no me quiere, pero ¿Qué carajos? Yo tampoco lo quiero a él.


En fin, después de un desfile que no puder ver, pues solo alcancè, con mi diminuto tamaño a mirar globos de aliento y espaldas toscas y ahombradas. Pinche desfile. Aunque gané mi apuesta respecto a la candidata, al final terminé pagando más porque me pelee con un ladrón - como pirañita saliendo de Río Seco- Claro, terminé con mi brazo cortado, un puñete en el ojo y uno que otro moretón en el cuerpo; pero me di el gusto de acusarlo de violación para que le suceda lo mismo en la cárcel; por ser un puto maricon que solo le gusta vivir de la gente.


Sin nada, recordando mis historias, recordando mi vida con un rico brownie sin cacao, un helado sin suero, y una empanada sin relleno.


sábado, 14 de febrero de 2009

Y tuve que...

Y tuve que reir con la canción de fondo,
tuve que bailar con el idiota que me hizo la invitación,
tuve que sonreir y coquetear como siempre,
Y la canción de fondo era mi muerte.

Y me forzó a pensar en mis nubes grises
Llorando entre sonrisas con las notas ausentes.

y con el ultimo tono
con el ultimo suspiro
con el ultimo sollozo.

:::


Sola, pensando...
naufragando en el mar de mis anhelos
solo el aire compensa mis heridas,
solo el viento amilana mis molestias.
Quisiera libertad ideologica,
ansias de sumergirme en ilusiones.
Todos me encadenan,
no me dejan volar...
Creatividad, tu mi musa
quien eres en realidad?,
por que eres tan dificil de amistar?...
Te vas y me dejas como siempre,
aun en cadenas, aun con grilletes...
mi dolor, mi sangre corren por los pasillos,
y ahogan sus gritos en un simple desvelo...
ellos me suplican que me libere,
mas lloro yo con ellos y tristemente
me resigno a cadenas arrastrar...